miércoles, 24 de octubre de 2012

Conceptos Básicos sobre ACVs


Bajo el término infarto cerebral englobamos un pequeño grupo de patologías de origen circulatorio que en medicina suelen recibir el nombre de ACVs, las siglas de accidentes cerebro vasculares, con este nombre se quiere definir con mayor precisión en que consiste esta patología, son acontecimientos o accidentes que ocurren en el territorio cerebral y que tienen como causante problemas de la circulación sanguínea.
Tenemos que distinguir varios tipos dependiendo de la causa:

ACVs trombóticos: Consiste en la formación de un pequeño tapón, coágulo, adherencia, placa y en definitiva trombo, que se establece en el interior de un vaso sanguíneo y provoca una obstrucción parcial del flujo a su través. Tal vez sean los menos graves.


ACVs Embólicos: La causa es la misma que la del ACV trombótico, la única diferencia es que aquí la obstrucción del vaso es total. El trombo crece y tapa por completo el paso de sangre, o bien se desprende de la pared de un vaso grande para dirigirse a un vaso menor, lo que en el vaso grande es una pequeña obstrucción, en un vaso menor es una obstrucción total.
Estas dos variantes, se engloban en el grupo ACVs isquémicos, es decir que son provocados por la interrupción de flujo sanguíneo a una zona cerebral.

ACVs Hemorrágicos: Se produce una rotura de la pared de un vaso sanguíneo y esto provoca la salida de sangre, que puede ser leve y con pocas secuelas, o una hemorragia masiva que lleve al coma o la muerte.
También existe los AITs, accidentes isquémicos agudos, que se pueden considerar como leves ACVs pasajeros, que en un principio provocan los mismos síntomas que un ACV pero luego se recupera espontáneamente y rápidamente casi o sin secuelas.
Este tipo de alteraciones de la circulación pueden ocurrir a cualquier nivel, en un brazo, en una pierna, en el corazón, en cualquier lugar donde hay circulación sanguínea, dependiendo de la zona a la que afecte, así serán las secuelas. El sistema circulatorio tiene como principal objetivo el de llevar la sangre a todos las células de nuestro cuerpo, en la sangre circula los nutrientes y el oxígeno imprescindibles para la vida de todo órgano, por tanto la interrupción del flujo de sangre a un tejido, puede suponer la muerte del mismo y producir secuelas irreversibles.
El daño sobre el cerebro puede ir desde leves secuelas a nivel motor, a dificultades para la deglución, alteraciones en el habla, comas profundos irreversibles, graves secuelas motoras, hasta la muerte.

Por resumir este tema que es realmente complejo, diremos que por término general, la mayoría de lesiones en la circulación cerebral recaen sobre Arteria Cerebral Media (ACM), lo que suele provocar una parálisis de medio cuerpo, hemiplejia. El hecho de que las lesiones del lado izquierdo del cerebro produzcan parálisis del lado derecho del cuerpo y viceversa, se debe a que los axones, realizan un entrecruzamiento en una zona determinada, esto se llama decusación de las pirámides.

Desde un punto de vista motor, una vez se produce un ACV, lo que nos solemos encontrar es una parálisis flácida de medio cuerpo, es decir, medio cuerpo aparece como muerto, sin tono muscular, no existe movimiento alguno. Con el paso de las semanas o meses, poco a poco esta parálisis flácida, suele evolucionar a parálisis espástica, es un tipo de rigidez patológica, que puede ser en tubo de plomo o en rueda dentada, esto hace referencia a la sensación que ofrecen las extremidades cuando las movilizamos pasivamente.

Es aquí donde la fisioterapia tiene un papel fundamental, de hecho es prácticamente el único tratamiento que resulta eficaz, puesto que muchos medicamentos que se recomiendan post-ACVs, están en fase experimental o no han demostrado su eficacia respecto al placebo. La fisioterapia se encargará de recuperar el tono muscular de manera prematura durante la etapa de parálisis flácida y una vez se desarrolle la espasticidad, si aparece, de reducirla, de evitar las rigideces y las posiciones viciosas en flexo, de recuperar el equilibrio, las reacciones de enderezamiento, de compensar la fuerza normal del lado sano, con la falta de fuerza del lado afecto. En definitiva de reducir al máximo las secuelas motoras, tratar de recuperar la máxima autonomía para el paciente. Es volver a enseñar al sistema nervioso todos esos patrones motores que aprendemos durante la maduración, durante el crecimiento y que se pierde de golpe a consecuencia del ACV.
Se estima que aproximadamente hay un periodo de 6 meses tras el ictus, de máxima recuperación, donde se establecen las posibles mejorías, pasado este tiempo, la recuperación será muy lenta o nula incluso, por eso es muy importante acudir al fisioterapeuta de manera prematura.
En posterior posts trataremos de detallar con más detalle, en que consisten las secuelas de un ACV y los diferentes métodos de tratamiento que se utilizan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario