viernes, 26 de octubre de 2012

La Diabetes. Tratamiento Farmacológico: Insulina y ADOs.


FARMACOLOGÍA

Como ya se ha dicho en multitud de ocasiones, lo ideal es lograr los objetivos terapéuticos con un plan dietético y ejercicio físico, pero en muchos casos desgraciadamente, hay que recurrir a diferentes opciones de medicamentos para prevenir la aparición de complicaciones.
Hoy en día, en el manejo farmacológico de la DM destacamos el uso de la insulina o los fármacos antidiabéticos orales (ADOS).

FÁRMACOS ANTIDIABÉTICOS ORALES

También llamados hipoglucemiantes orales. Útiles en el tratamiento de la DM tipo II. Se pueden usar solos o en combinación con otros ADO o con insulina, según varios factores como el peso del paciente, dieta, tipo de diabetes, actividad física que practica, estando aún por resolver cual es la mejor combinación entre ellos par el control de la diabetes. Se suele recurrir a la combinación de estos fármacos cuando fracasa la monoterapia.
Son fármacos eficaces en el 70% de los pacientes diabéticos tipo II, pero tras 10 años de tratamiento suelen aparecer problemas, momentos en el que se pasa a la terapia combinada o a la insulina si esto no resulta efectivo. En la actualidad, se tiende al tratamiento precoz con insulina en pacientes con diabetes tipo II porque aumenta su esperanza de vida y reduce la aparición de complicaciones crónicas.
Son 4 los grupos en los que se engloban todos los ADOs:

1-    Sulfonilureas: Ejemplo Tolbutamida. Su mecanismo de acción consiste en estimular la secreción de insulina que quede en las reservas del páncreas hipofuncionante. Serán candidatos a este fármaco los diabéticos tipo II, no obesos. Muy utilizadas en ancianos por su gran potencia y pocos efectos secundarios.
2-    Biguanidas: Ejemplo Metformina. Efecto antihiperglucemiante más que hipoglucemiante. Su acción consiste en evitar la liberación del glucógeno hepático. Fármaco de elección en pacientes diabéticos tipo II, obesos y con dislipemia.
3-    Inhibidores de las alfa-glicosidasas: ejemplo acarbosa. Fármacos que retrasan la digestión de los hidratos de carbono, interfieren en la absorción del azúcar a nivel intestinal, evitando así los picos hiperglúcemicos postpandriales (después de las comidas), la gran ventaja es que no provoca hipoglucemias y se puede llevar a cabo una terapia combinada con otros ADOs e insulina.
4-    Meglitinidas: Mecanismo de acción similar a las sulfonilureas pero su acción es más rápida y corta, por lo que se utilizan también para corregir hiperglucemias postpandriales.

INSULINA
El tratamiento con insulina está indicado en la DM tipo I y en tipo II con descompensaciones agudas, mal control o situaciones especiales: cirugía, embarazo, estrés, tratamiento con corticoides, etc. La insulinoterapia tratar de imitar el patrón fisiológico del organismo compuesto de un factor basal continuo y otro agudo desencadenado por la hiperglucemia tras la ingesta, por lo que se emplean distintos tipos de insulina y diferentes pautas.
Características de los distintos tipos de insulina:
-       según el tipo de acción: Cualquier insulina es hipoglucemiante, aunque se distinguen unas de otras en el comienzo de acción (rapidez de acción), en el margen de tiempo hasta alcanzar el efecto máximo (pico de acción) y en la duración de la acción. Esto es imprescindible pues la insulina debe estar disponible en el instante de la ingesta alimentaria.
-       Potencia: Los distintos compuestos de insulina por ml de volumen. Para evitar errores, tanto la concentración de la insulina como la calibración de las jeringas, se expresan en unidades por ml.
-       Fuentes de obtención: La insulina puede ser de origen vacuno, de cerdo, combinada de ambos o humana. La insulina porcina es la menos antigénica de las obtenidas de los animales y guarda mucha similitud con la humana. También hoy en día se sintetiza la insulina en laboratorio por métodos de recombinación de ADN a partir de bacterias de E. Coli o de ciertas levaduras. En la actualidad, el 60% de la insulina utilizada es de origen humano.

TIPOS DE INSULINA

Insulina regular o rápida: Puede ser de cualquier origen. Empiezan a actuar a los 15 min de ser administrada, pico de acción a las 2 horas y duración de 6 horas. Inyectada antes de comer permite el control de la glucemia postpandrial y muy útil para rebajar rápidamente las tasas de glucemia elevadas ante una situación urgente.
Una variante de insulina rápida, es la insulina LISPRO, que inicia su acción a los pocos minutos de inyectarse, con picos a los 30 min. Y duración 1 hora.

Insulina lenta (NPH, Levemir). Puede tener cualquier origen. Su acción se inicia a la hora de haber sido inyectada. Pico Máximo de acción a las 8 horas y duración de 24 horas.

Insulina Ultra-lenta: De origen vacuno o humano. Se administra una única dosis al día debiendo combinarse con insulina rápida antes de las comidas. Su acción se inicia al as 2 horas de inyectarse, pico máximo a las 15horas y duración de 30 horas. Muy poco utilizada en la actualidad.

Insulinas mezcla de rápida y lenta a distintas proporciones: 30:70, 20:80, las más utilizadas hoy en día para conseguir controlar las hiperglucemias postpandriales.
Depende del control diabético, pero lo más habitual es administrar la insulina en dos dosis diarias, una por la mañana y otra por la noche, pero cada paciente precisa un tratamiento individualizado y adaptado a sus necesidades.

DISPOSITIVOS DE ADMINISTRACIÓN DE INSULINA

Jeringas de insulina: Sistema clásico y tradicional de los viajes de insulina. Concentración estándar a 100 Ul/ml. Precisaban de jeringa para precargar la dosis y hoy en día están en desuso.

Plumas precargadas: Sistema novolet o innolet. Solo precisan seleccionar la dosis de insulina a administrar, con sistemas para facilitar la independencia del diabético. Son desechables.

Inyectores tipo yet: Administan la insulina a través de la piel mediante aire a presión.

Bombas de infusión contínua: Son el futuro pues dan mucha autonomía al paciente y son el sistema más parecido al fisiológico. Se trata de implantar una bomba subcutánea que hace de páncreas artificial y éste va liberando dosis de insulina basal progresivamente para mantener los niveles óptimos de glucemia y dosis bolo que se administran antes de las comidas. Mide la glucemia periódicamente (hasta 8 veces al día) y alarma de complicaciones agudas, pero también tiene complicaciones como el riesgo de infección. Pero en general, el paciente obtiene muchos beneficios pues ésta reporta más libertad de horarios, comidas, ejercicio físico, genera bienestar físico y psicológico, además que consigue un mejor control diabético.

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