jueves, 25 de octubre de 2012

Los Meniscos. ¿Que son? ¿Como se lesionan?


Los meniscos son unas estructuras de tejido fibrocartilaginoso que tienen forma de cuña que se sitúan en la periferia de la superficie articular de la tibia y tiene como función principal la de mejorar la congruencia de la articulación, es decir que el movimiento de la rodilla sea más fino. La rodilla no es la única articulación que tiene meniscos, aunque si son los más conocidos, puesto que en la articulación entre el esternón y las clavículas también existen meniscos, en la articulación entre mandíbula y el hueso del temporal del cráneo también hay meniscos.

En las articulaciones donde se hace preciso un mejor juego articular, porque las superficies de los huesos no son suficientemente congruentes, existen meniscos o rodetes, que es otro tipo de componente intraarticular, que en este caso lo que hace es aumentar la superficie de un hueso que va a formar parte de una articulación, en el hombro (art.glenohumeral).



Los meniscos de la articulación de la rodilla actúan como amortiguadores móviles que se encargan de distribuir la presión del fémur sobre la tibia y aumentan la elasticidad de dicha articulación.

En el caso de la rodilla existen dos meniscos, uno interno y otro externo. El externo es más ancho y más cerrado, parece una O, el interno es más abierto en la zona central y parece una C, como regla para recordarlos CO. Sin querer detallar la anatomía de la rodilla, diremos que el menisco interno tiene conexiones con la cápsula articular y con el ligamento lateral interno (LLI), lo que le hace mucho más vulnerable y se lesiona con más frecuencia que el exterior, el menisco externo es mucho más móvil y se adapta mejor al movimiento.

Causas de lesión de meniscos:

Como habíamos dicho con anterioridad, los meniscos tienen la función principal de amortiguar las cargas sobre la rodilla. La presión máxima sobre la rodilla la encontramos en la flexión total, en ese momento de máxima tensión si tras la caída de un salto de mucha intensidad, además se produce una rotación forzada, se dan los mecanismos perfectos para partir la estructura del menisco. Se puede romper de manera brusca, oiríamos hasta un chasquido en el momento de su rotura, o paulatinamente se pueden ir dañando a consecuencia de sobreesfuerzos repetidos, en futbolistas, jugadores de baloncesto, voleibol y otros deportes con muchos saltos y flexiones maximales de rodilla. Con el paso de los años, los meniscos pierden elasticidad y es fácil que se rompan con traumatismos menores.



Clínica:

 El principal síntoma que aparece es dolor, que se puede limitar a la parte anterior interna de la rodilla, en el menisco interno, y en la parte anterior externa en el menisco externo, si el dolor y el daño meniscal es grande, el dolor se puede extender por toda la rodilla sin un punto concreto.

Ocurre que cuando se rompe el menisco, se puede desprender un fragmento y establecerse en cualquier parte de la articulación, pudiendo producir bloqueos del movimiento, bloqueos articulares, a esto se le llama ratón articular, el fragmento se desplaza suelto por la articulación hasta que se fija en un sitio, bloqueando la rodilla.

Métodos de diagnóstico:

Existen multitud de pruebas que buscan poner en evidencia la aparición de dolor por rotura de meniscos que son de obligado conocimiento por parte del profesional que inspecciona la rodilla. Pruebas como el test de McMurray, Steinman I y II, Appley en compresión y en distensión, Bragard y otros más, sirviéndose de determinadas posiciones de la rodilla y realizando presión y rotaciones ponen de manifiesto el daño meniscal.



Si se sospecha la rotura, la resonancia es probablemente la siguiente prueba a realizar que confirme la lesión.

Si estamos seguros del diagnóstico, podemos usar como prueba complementaria la artroscopia y al mismo tiempo que observas el grado de lesión, se realiza su limpieza y tratamos el problema, observando además si hay lesiones asociadas de otras estructuras y repararlas también.


 Tratamiento:

 El tratamiento inicial es la cirugía por artroscopia, que elimine la porción dañada de menisco. Puesto que es una cirugía bastante discreta, la recuperación de la movilidad básica es inmediata, pudiendo recuperar la deambulación a los pocos días en descarga relativa, con la ayuda de una muleta. Conforme pasen las secuelas de la cirugía, como la inflamación, y el médico lo autorice, comenzará el proceso de rehabilitación. El fisioterapeuta tendrá que recuperar esa rodilla, devolviéndole su movilidad total y recuperando posteriormente la fuerza muscular, el equilibrio y la capacidad para soportar cargas en esa articulación.

Las personas con menistectomía parcial y sobre total, sufrirán de artrosis precoz en esa rodilla, pero por normal general, después de la cirugía y del proceso rehabilitador, la persona puede recuperar su actividad normal en unos 5 o 6 meses, siempre dependerá de la gravedad de la lesión y de la actividad a retomar.

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