jueves, 25 de octubre de 2012

TVP. Trombosis venosa profunda. Mejor prevenir que curar.


La trombosis venosa profunda puede suponer un riesgo vital para la persona que la desarrolla, veamos con detalle en que consiste este problema.

Lo primero que debemos saber es como funciona el sistema circulatorio. Partimos del corazón que está formado por cuatro cavidades, dos aurículas (parte superior) y dos ventrículos (parte inferior), del ventrículo izquierdo nace la arteria aorta que reparte la sangre a todo el cuerpo a través de sus diferentes ramas. Los capilares van a conectar las arterias a las venas. Las venas van a recoger toda esa sangre ya usada, con productos de desecho y CO2, llega a la aurícula derecha por las venas cava, este recorrido grosso modo, es la circulación mayor. Posteriormente del ventrículo derecho sale la arteria pulmonar, única arteria con sangre sin oxigenar, en los alveolos pulmonares se produce la difusión de gases y a través de la vena pulmonar, llega la sangre cargada de oxígeno a la aurícula izquierda, esto es la circulación menor. Este modelo de circulación mayor y circulación menor, fue descubierto por Miguel Servet.

Pues bien, si entramos más en detalle, debemos decir que la sangre se desplaza por las arterias gracias al impulso cardíaco y a las capas elásticas y musculares que poseen que hace que la sangre avance sin detenerse. En el sistema venoso, en aquellas zonas declives, como son las piernas, como la sangre tiene que ascender desde los pies hasta el corazón, y eso supone un gran esfuerzo contra gravedad, existe un sistema de válvulas que lanza la sangre hacia arriba y posteriormente se cierran para hacer que la sangre sólo lleve una dirección, ascendente.

En el caso de las varices, este sistema de válvulas se vuelve incompetente y se produce reflujo de sangre hacia abajo, las venas aparecen anormalmente rellenadas y se pueden incluso observar a través de la piel.

Debemos saber que en las piernas tenemos un sistema venoso superficial formado por la vena safena externa donde asientan las varices y un sistema venoso profundo formado por la vena safena interna donde pueden aparecer las trombosis.

Un trombo es la formación de un coágulo de sangre en la pared de un vaso, este provoca una obstrucción parcial de la sangre. En el caso de TVP, normalmente esto ocurre en las venas de la pierna y muslo. Hay que prestar mucha atención a la aparición de este cuadro, puesto que si el trombo se desprende, puede viajar a través de la sangre y taponar por completo arterias más pequeñas como las cerebrales o las coronarias, provocar una embolia pulmonar, mortal fulminante, en pocos minutos.

En personas que permanecen inmóviles, por diferentes motivos, fractura, debilidad, sedentarismo,etc, la sangre no asciende hacia el corazón como debiera, tiende a estancarse en miembros inferiores y la sangre que se estanca se coagula, dando lugar a esos trombos.

Ante una TVP, la pierna afecta aparece con un color rojizo, con un importante aumento de temperatura, dolor intenso, cambios en el trofismo local (falta pelo por ejemplo), aumento de sensibilidad, inflamación. Si realizamos una dorsiflexión del tobillo aparece un dolor intensísimo en el hueco poplíteo (Signo de Homans). El diagnóstico se confirma sobre todo con eco-doppler y pruebas de coagulación en analíticas sanguíneas, como la del dímero-D

Estos cuadros aparecen sobre todo en personas obesas, hábitos tóxicos, sedentarismo, fracturas de pelvis o fémur recientes, Síndrome de inmovilidad, insuficiencia cardíaca, edad, pacientes con cáncer, infecciones. Su etiología responde a la triada de Virchow: disminución del flujo sanguíneo, daños a la pared de los vasos sanguíneos y una mayor tendencia de la sangre a que se coagule (hipercoagulabilidad).

En caso de trombosis establecida, sólo existe el tratamiento trombolítico, mediante anticoagulantes, heparinas, warfarinas, acenocumarol y otros medicamentos o incluso su reserción con cirugía.

Es por ello que en casos de previsible inmovilidad, fracturas, personas ancianas encamadas, obesidades con sedentarismo, es programar una serie de ejercicios de movilización por parte del fisioterapeuta, mover la piernas en su totalidad y realizar masajes circulatorios diarios para prevenir estas situaciones. Eso sí, muy importante, si se sospecha de TVP NO REALIZAR FISIOTERAPIA, puede desprender el trombo y acabar con la vida de la persona.

En definitiva la fisioterapia en personas encamadas, inmovilizadas es imprescindible para evitar la instauración de estos cuadros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario