jueves, 25 de octubre de 2012

¿Sabías que muchos dolores musculares de la espalda, se deben a enfermedades del pie?


Recientes estudios han demostrado que alteraciones en el pie, pueden ocasionar desajustes en el equilibrio y por tanto alteraciones de la postura, en primer lugar de los Miembros Inferiores, afectando decisivamente en la estática de la cintura pélvica y en consecuencia de la alinenación de la Columna a todos los niveles.

El pie, es la única estructura de nuestro cuerpo que está en contacto con el suelo, de ellos depende nuestro equilibrio, por eso es tan importante que no existan patologías en los pies.

Cualquier problema de origen óseo, muscular, ligamentoso o articular en el pie, se puede traducir en posturas alteradas,  rodillas en valgo o en varo, dismetrías de Miembros inferiores, posturas antálgicas viciosas que no sólo tendrán efectos negativos sobre la articulación afecta, sino que si nos dirigimos caudalmente, podemos contemplar sus efectos a otros muchos niveles.

Pongamos como ejemplo un esguince de tobillo recidivante, “mal curado”, en los ligamentos de las articulaciones encontramos los llamados propioceptores. Son un tipo especial de receptores de información, como lo son los órganos de los sentidos, que están captando constantemente cual es la posición de nuestro pie respecto al espacio y respecto al resto de nuestro cuerpo. Están continuamente diciéndole a nuestro cerebro como debe situarse la pierna, que músculos se deben contraer y de que forma, para que la posición del pie siempre sea la adecuada.

Cuando se produce la lesión de un ligamento, se daña no sólo el tejido conectivo y vasos sanguíneos, se dañan también estos receptores.



Si la lesión no se recupera debidamente, la información que estos propioceptores recogen es errónea en muchos casos, es decir, informa mal a nuestro cerebro de cual es la posición, induciendo a tomar una mala decisión, orientando mal el pie, equivocando la fuerza muscular y aumentando peligrosamente el riesgo de volver a padecer nuevos esguinces.

Como consecuencia de repetidos esguinces podemos observar no sólo la fijación de ese tobillo, con pérdida de elasticidad, observamos una postura en bloque de todo el Miembro inferior afectado, que trata de evitar nuevas lesiones. Podemos observar mala postura de articulación de la cadera, un mal posicionamiento de la pelvis, con sufrimiento de los ligamentos sacroilíacos, esto puede afectar a la disposición de la columna y traducirse en dolores musculares.

Se da el caso, de pacientes tratados crónicamente con AINEs y relajantes musculares y no encontrar mejoría alguna. Sino atacas la causa no resuelves la consecuencia.

Los pies en el cuerpo humano, son los cimientos de la casa, sin unos buenos cimientos la casa, puede tambalearse. De ahí de la importancia de realizar de llevar a cabo un buen estudio de la pisada, entre otras cosas, para descartar el origen de otras patologías que aparecen distalmente.

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