martes, 23 de octubre de 2012

¿Sanidad pública o privada?


Sanidad pública o privada, esa es la cuestión. Nos encontramos en España en un momento en el cual cuesta diferenciar si estamos en un sistema de salud público, semipúblico, semiprivado o privado por completo.
Todos somos conscientes de lo complicado que resulta mantener una sanidad como la nuestra, de gran calidad o de gran despilfarro cuando además cada día hay menos gente cotizando. Entonces ¿como es posible sacar adelante todo esto, si cada vez se ingresa menos dinero?, pues es sencillo para los políticos, yo creo que hasta a mí se me habría ocurrido sin conocimiento alguno de economía, recortar en todo lo que supone un gasto, sueldos, número de trabajadores, prestaciones, servicios, fármacos... Brillante idea, innovadora. Si esto fuera poco, pues subimos los impuestos para recaudar un poquito más.
Podemos estar de acuerdo que la sanidad española es o era una de las mejores de Europa y por tanto del mundo, pero ocurre que por mucho que nuestros estupendos políticos quieran camuflar la realidad y seguir vendiendo que no se ha recortado en prestaciones ni calidad, no es cierto. Tenemos a unos sanitarios muy enfadados por la nueva situación y si ya de por si hacían gala de una simpatía y una humanidad deslumbrante, ahora más. Ahora nos encontramos con la situación de: “Yo? Para que me bajen el sueldo todavía más, voy a hacer eso?, ni hablar, que lo haga otro”. “Yo voy a correr más para ver más paciente por hora?. Que se sature urgencias y se quejen, ya veremos a ver quien pierde más?” y otro sin fin de comentarios que se oyen a diario.
Por si fuera poco ponerse en manos de un personal descontento y con cada vez menos motivación, tenemos que afrontar repagos de ambulancias, de medicamentos y alguna sorpresa más que estará por venir. En definitiva pagamos mucho más por una sanidad de mucha menos calidad.
Así que llegados a este punto empieza uno a plantearse si además de la cotización a seguridad social, que es un dineral mensual, el pago de fármacos, de ambulancias, de céntimos sanitarios, de euros por recetas y lo que quieran ponernos, echando cuentas empieza a no resultar rentable la sanidad pública no para el Estado sino para el ciudadano.
Y es aquí donde una se plantea si no forma parte todo de una estrategia medida y calculada para hablarnos de la insostenibilidad del sistema sanitario y vendernos las bondades del sector privado. Primer paso: repagos brutales. Segundo paso:bajada de calidades y servicios. Tercer paso: gestión privada de algunos centros (todo el mundo habla de las bondades del Hospital de Alzira, Valencia), sumados a los centros privados ya existentes. Parece evidente que quitar de un plumazo la sanidad pública costará muchos votos y eso no se puede consentir, es mejor meter poco a poco una serie de “ajustes” que nos hagan a todos plantearnos si de verdad queremos sanidad pública.
Valga como ejemplo, si miran ustedes sus nóminas, el apartado destinado a cotización de seguridad social, verán que cifra, por no contar el dinero que se destina de otros impuestos a la sanidad, más el dinero extra que se nos pide ahora para poder seguir adelante. Pues estoy seguro de que a un ciudadano medio, sumándolo todo le podrá salir a pagar todos los meses entre 300 y 500 euros para la sanidad, y claro vienen las compañías privadas y te ofrecen el oro y el moro por 200 al mes o incluso menos y la gente empieza a tener sus dudas.
Si cogemos a una persona de 20 años que trabaje sin interrupción durante toda su vida laboral, es de esperar que no haga uso de la sanidad en muchos años, o si lo hace sea para cosas puntuales, una gripe, un esguince, una fractura, una lumbalgia, un embarazo… pues bien, si suma todo el dinero que ha cotizado a lo largo de los años, hasta que envejezca y por necesidad haga uso de la sanidad pública, es posible que por mucho medicamento que tome, por muchas exploraciones que le hagan, operaciones o especialistas que visite, nunca llegue a hacer gasto ni de la ½ de lo aportado.
Con una aportación mensual de 300 euros por 12 meses al año y 45 años de cotización, tenemos la cifra de 162.000 euros, no me he detenido a hacer cuentas exactas, habrá quien pague más, otros menos, unos que usen la sanidad pública a diario y otros en su vida. En eso consiste un sistema público, todos pagamos, para que a nadie le falte de nada, y me parece sin duda lo más justo y lo ideal. Pero cuando la sanidad es cada vez más cara y de menos calidad, empiezas a plantearte sino sería mejor quitarnos ese gasto de encima y sólo pagar por aquellas cosas que usamos, estoy seguro de que los señores políticos llevan años dándole vueltas a este concepto y esta situación actual viene fenomenal para ir introduciendo esos “dolorosos ajustes” que nos hagan a todos pensar en si queremos sanidad pública o privada. El sistema actual más bien es sanidad púbica, porque pagamos por lo que le sale a ellos de su pubis, reducen calidades según les parece a ellos de su pubis, repagamos por sus santos… pubis y demás.En fin y ustedes que opinan, yo ya no se ni que pensar.

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